Allá por el 2011, Sarah Jessica Parker acudía a la presentación de una de sus películas en Moscú, caracterizada como una Caperucita moderna, el pelo semi recogido y unos discretos aros dorados.
Imaginamos la cara de Carlota de Mónaco cuando vió a la actriz enfundada en el que iba a ser el vestido elegido para la cena de gala en la boda de su tío, Alberto de Mónaco. Así, apareció vistiéndolo en un color más pastel y combinando los complementos en tonos metalizados.
Siempre decimos que encontrarte a otra persona compartiendo vestido debe ser un mal trago. Pero debe ser peor aún cuando eres la segunda en llevarlo y no luce tan bien como en tu "enemiga".
Y para nosotras, esta es la situación. Por color, por complementos, por edad, por cuerpo, elegimos a Sarah Jessica y su rojo anaranjado que es capaz de reanimar a un muerto.
¿Cuál es vuestro favorito?
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